martes, 23 de mayo de 2017


La música y el cine

La música siempre ha acompañado al cine desde su creación en 1895. En la época del cine mudo todas las salas tenían un grupo de músicos o un pianista para acompañar musicalmente las películas.


 Hoy en día no podemos imaginar una película de cine sin el apoyo de la música, incluso se podría decir que la música de algunas películas se recuerda más que la propia película.

Hay que diferenciar entre:
Música Integrada o Diegética: es aquella que pertenece a una fuente de sonido (orquesta, cantante, radio…) que aparece en la imagen y por lo tanto su presencia está justificada.


Música no diegética o incidental: es la música cuya procedencia no se refleja en la imagen, así que su aparición en la película no se justifica como en el caso anterior. Se denomina incidental porque “incide” en la ficción como un recurso narrativo y emocional. Se aplica en el cine por imitación de la ópera y el teatro musical del siglo XIX.




Podemos destacar las siguientes funciones de la música en el cine:
   Ambientar
Desde el inicio de la película, el compositor marca el carácter de lo que se va a desarrollar. Dependiendo del género, así será su música: comedia, drama, aventuras, misterio, terror, etc.
  Definir los personajes
El compositor hace uso de la técnica del leitmotiv (motivo conductor). Consiste en asignar determinada melodía a un personaje, paisaje o ambiente, lo que ayuda a definirlo. Si en cada ocasión en que el personaje aparece se escucha su leitmotiv, transformado de acuerdo con las circuns
tancias, se ofrece información sobre su mundo interior, su modo de sentir.
  Destacar situaciones
Un susto, un beso, una lucha, etc. . La música envuelve la acción transmitiendo todas las sensaciones.   Modificar el ritmo de la acción de una escena, por ejemplo una persecución puede resultarnos más o menos frenética dependiendo de la velocidad e intensidad de la música que la acompaña.
  Presentir situaciones
Para este efecto se usa la técnica denominada fuera de campo. La música puede hacer que el espectador presienta algo que va a suceder, o hacer presente algo que, sin embargo, no se ve en pantalla. Éste es uno de los recursos más utilizados en el cine de intriga o terror.
   Adornar una escena
En muchos momentos lo único que hace la música es crear un fondo neutro que no tiene más función que embellecer la escena, sin ningún sentido dramático especial. Para ello, se valen de melodías reiterativas o canciones reconocibles. En muchas escenas, la mejor música es la que no existe. Debe intervenir sólo en los momentos justos, sin recargar. Así tendrá efecto su aparición y se integrará en el conjunto.






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