jueves, 23 de marzo de 2017

Correa de Arauxo


Siguiendo con el asunto del post anterior y con mi idea de tratar algún tema de Segovia traigo al blog a Francisco Correa de Arauxo y a una Asociación cultural segoviana que lleva su nombre.


Francisco Correa de Arauxo fue uno de los compositores y organistas más importantes de la época de transición entre el Renacimiento y el Barroco.

Nació en Sevilla en 1584; consiguió su primer puesto de organista en la iglesia del Salvador de Sevilla a partir de 1599. En 1608 fue ordenado sacerdote. Largas y difíciles disputas por parte del colegio sacerdotal de allí motivaron a Correa a solicitar otro puesto de organista en diferentes catedrales españolas; en 1640 consiguió mejorar su posición, siendo nombrado organista de la catedral de Segovia, en donde murió en 1654.
  

La importancia musical e histórica de Correa se basa en su tratado Facultad Orgánica, editado en 1626 en Alcalá de Henares; contiene 69 tientos (muchos de ellos para medio registro), tabulaturas y arreglos de cantos litúrgicos, pero además una suma de indicaciones para la técnica y la interpretación del órgano que son un manifiesto de la práctica de la música de su tiempo.
No nos ha llegado ninguna otra composición de Correa. En su música se unen el contrapunto y la armonía de la polifonía renacentista con un ritmo vivo y con melismas virtuosos, lo cual es propio de la música española de su tiempo.






La Asociación cultural “Correa de Arauxo, de Amigos del Órgano de Segovia” fue constituida el 16 de junio de 1996 por profesionales y aficionados a la música interesados en la recuperación y el mantenimiento del patrimonio organístico segoviano.
Para conseguir este objetivo, intentan mantener vivo el interés por la música de órgano mediante su divulgación, a través de la organización de conciertos y facilitando el conocimiento de dicho instrumento entre los estudiantes.
Han sido numerosas las actividades que han realizado desde el momento de su constitución.
Podeís visitar su web correadearauxo.asociaciones.segovia.es/ en la que además de información hay una interesante galería con los órganos de Segovia y su provincia.

lunes, 20 de marzo de 2017



El Órgano


El órgano es un instrumento musical de viento, en el que el sonido se produce por el paso del aire a través de tubos.



Aunque su origen se remonta a la antigua Grecia, su adopción como instrumento litúrgico por parte de la iglesia occidental marca un punto de inflexión en su desarrollo a partir de los siglos X‐XI, comenzando a difundirse en iglesias y catedrales al tiempo que evoluciona y se perfecciona paulatinamente.


El organero es quien construye órganos y los restaura. Es un trabajo muy complejo, pues requiere dominar muchas disciplinas, desde la carpintería hasta el trabajo del metal para fundir y construir los tubos, así como múltiples aspectos mecánicos, físicos y acústicos. Especialmente importante es la armonización, que consiste en pulir el sonido de cada tubo, dándole el tono y timbre adecuados.

  En cuanto al organista, no basta con saber tocar el piano, pues la técnica del órgano es diferente, y además hay que saber tocar con los pies, lo cual requiere mucha coordinación y destreza. Asimismo, hay que conocer y saber combinar adecuadamente los diferentes registros del órgano.
 Los estudios profesionales y superiores de la especialidad de órgano se cursan en el conservatorio.


El repertorio de obras musicales para órgano es uno de los más extensos, abarcando todas las épocas desde la Edad Media (las obras más antiguas que nos han llegado son del s. XIV) hasta nuestros días. En el Renacimiento (s. XVI) destaca la figura del español Antonio de Cabezón.

En el Barroco el órgano tuvo su apogeo y época dorada, tanto en intérpretes como en compositores y organeros.




El principal compositor barroco es sin duda Johann Sebastian Bach, pero hay muchos otros como Frescobaldi, Pachelbel, Couperin , o los españoles Francisco Correa de Arauxo y Juan Cabanilles.

Durante el Clasicismo no encontramos grandes nombres, a excepción de Mozart, para quien el órgano seguía siendo “el rey de los instrumentos”.

En el siglo XIX resurge el órgano con los compositores románticos, entre los que destacan César Franck, Mendelssohn, Brahms, Liszt, y los post‐románticos como Widor, Vierne, o Max Reger.

Y en la música del s. XX nombres como Olivier Messiaen, Jehan Alain, Schoenberg, Hindemit, Ligeti…