El Órgano
Aunque su origen se remonta a la antigua Grecia, su adopción como instrumento litúrgico por parte de la iglesia occidental marca un punto de inflexión en su desarrollo a partir de los siglos X‐XI, comenzando a difundirse en iglesias y catedrales al tiempo que evoluciona y se perfecciona paulatinamente.
El organero es quien construye órganos y los restaura. Es un trabajo muy complejo, pues requiere dominar muchas disciplinas, desde la carpintería hasta el trabajo del metal para fundir y construir los tubos, así como múltiples aspectos mecánicos, físicos y acústicos. Especialmente importante es la armonización, que consiste en pulir el sonido de cada tubo, dándole el tono y timbre adecuados.
En cuanto al organista, no basta con saber tocar el piano, pues la técnica del órgano es diferente, y además hay que saber tocar con los pies, lo cual requiere mucha coordinación y destreza. Asimismo, hay que conocer y saber combinar adecuadamente los diferentes registros del órgano.
Los estudios profesionales y superiores de la especialidad de órgano se cursan en el conservatorio.
El repertorio de obras musicales para órgano es uno de los más extensos, abarcando todas las épocas desde la Edad Media (las obras más antiguas que nos han llegado son del s. XIV) hasta nuestros días. En el Renacimiento (s. XVI) destaca la figura del español Antonio de Cabezón.
En el Barroco el órgano tuvo su apogeo y época dorada, tanto en intérpretes como en compositores y organeros.
El principal compositor barroco es sin duda Johann Sebastian Bach, pero hay muchos otros como Frescobaldi, Pachelbel, Couperin , o los españoles Francisco Correa de Arauxo y Juan Cabanilles.
Durante el Clasicismo no encontramos grandes nombres, a excepción de Mozart, para quien el órgano seguía siendo “el rey de los instrumentos”.
En el siglo XIX resurge el órgano con los compositores románticos, entre los que destacan César Franck, Mendelssohn, Brahms, Liszt, y los post‐románticos como Widor, Vierne, o Max Reger.
Y en la música del s. XX nombres como Olivier Messiaen, Jehan Alain, Schoenberg, Hindemit, Ligeti…
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